3ª semana del Capítulo General
Reflexión estratégica sobre cinco temas clave
Como en semanas anteriores, la jornada se estructuró en torno a grupos de trabajo divididos en cinco temas prioritarios: la gobernanza, las «mundanidades espirituales», la formación de los hermanos, su papel específico y la atención a los hermanos ancianos. Por la tarde, una sesión plenaria permitió reunir los elementos de reflexión y entablar un debate en torno a cada uno de los temas.
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Gobernanza: encontrar soluciones para perpetuar las obras
En cuanto a la gobernanza, el objetivo de hoy es garantizar la continuidad de las obras a pesar de la reducción de efectivos. El Hermano Joseph Smith, de la Provincia de Oceanía, que tuvo la experiencia de reunir varias provincias hace unos quince años, compartió su experiencia. «Hemos querido adaptar las estructuras a nuestras realidades locales, en particular creando asociaciones con diócesis y congregaciones vecinas, para preservar nuestra identidad a pesar de la reducción del número de hermanos». «Aunque este cambio ha supuesto renunciar a algunos centros, ha permitido a las obras perpetuar y afianzar su misión de hospitalidad».
«Mundanidad espiritual»: una llamada al discernimiento
Otro de los ejes de los debates fue el tema de la «mundanidad espiritual», inspirado en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium del Papa Francisco y otros textos recientes, que describen la mundanidad espiritual como «el peor mal para la Iglesia». Los hermanos debatieron sobre cómo mantener su vocación centrada en los valores del Evangelio, evitando al mismo tiempo que las influencias externas les distraigan de sus prioridades y de su misión de hospitalidad. Para el Hermano Donatus Forkan, «éste es uno de los temas más importantes que trataremos durante este capítulo. En nuestro entorno de trabajo híbrido, tenemos que centrarnos en nuestra propia formación, especialmente la de nuestros hermanos más jóvenes, para que veamos nuestra misión ante todo como una misión al estilo de San Juan de Dios, y no sólo como una misión profesional».
El papel de los hermanos
La vocación del hermano en su ministerio con los más vulnerables, su lugar en la gestión de las obras, su vida espiritual y fraterna estuvieron en el centro de los debates que siguieron. «Es necesario un replanteamiento completo de todos estos aspectos para que cada hermano pueda vivir su vocación con alegría y convicción», subrayó el hermano Emilien. «Debemos esforzarnos por ser ejemplares, redescubriendo y encarnando nuestra vocación, para dar nueva vida a nuestro lema: 'Por el cuerpo, para el alma'. Para ello, debemos escuchar, apoyar, colaborar, formar y educar.
Hacia una declaración común: la base de un mensaje unificado
Paralelamente a estos debates temáticos, un equipo de cuatro hermanos y un colaborador se ha encargado de sintetizar el trabajo de las dos semanas anteriores con los colaboradores en un mensaje común. Este mensaje, que debe reflejar las aspiraciones y orientaciones del Capítulo General, servirá de guía para toda la Orden en los próximos años. Este enfoque ilustra la importancia de una visión unificada a pesar de la diversidad de las situaciones locales, y subraya la voluntad de la Orden Hospitalaria de adaptarse a los retos contemporáneos sin perder nunca de vista sus raíces espirituales.
Los debates y reflexiones continuarán hasta el miércoles, en un espíritu de oración y discernimiento, con el objetivo de trazar un camino de esperanza para los próximos años.